Ganas menos de lo que mereces-SliderPhoto

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Si eres una profesional a la que le falta autoconfianza en el entorno laboral, en tu empresa te ignoran una y otra vez cuando hay una promoción o sientes que no te están pagando lo suficiente, probablemente no es solo porque a tu jefe no le gustas o el sistema es injusto. Quizás seas una persona que gana menos de lo que se merece (en inglés se les llama underearners), lo que significa que muestras determinados hábitos y comportamientos que están frenando tu carrera.

“Ser una profesional mal pagada significa muchas cosas, y no todas tienen que ver con el dinero”, aseguran en Underearners Anonymous (UA), una organización basada en un sistema de 12 pasos formada por hombres y mujeres que han decidido unirse para ayudarse unos a otros a superar esta condición. “Aunque la consecuencia más visible es la incapacidad para hacer frente a las propias necesidades económicas, incluyendo las necesidades futuras, ganar menos de lo que uno merece también puede definirse como la falta de habilidad para conocer y expresar las propias capacidades y competencias”, según UA.

MÁS COMÚN ENTRE MUJERES
El recibir menos dinero del que uno merece es un proceso que conduce a estas personas a desarrollar hábitos y patrones de conducta que minan sus propios esfuerzos. Se trata de un comportamiento que aumenta en tiempos de recesión y alto nivel de desempleo. Una persona mal pagada se siente con frecuencia estresada, o siente que es un fracaso. Especialmente si los demás no dejan de decirle que millones de mujeres más jóvenes que ella pagarían por tener su trabajo. Ese tipo de comentarios pueden hacer que estas profesionales se vuelvan más conscientes de sus defectos verdaderos o imaginarios, lo que, a menudo, les conduce a un esfuerzo excesivo que desemboca en un alto nivel de ansiedad.

El problema es más común entre las mujeres porque, por lo general, hemos sido educadas para ser más modestas que los hombres y nos compararnos continuamente con los demás. Tendemos a dar crédito a la voz interior que nos dice “No eres lo bastante buena”, añadiendo más presión sobre nosotras mismas. Vivimos tiempos difíciles en los que a aquellos que tienen un trabajo les aterroriza la idea de perderlos. Especialmente cuando saben lo fácilmente que serían reemplazados por otras personas.

¿GANAS MENOS DE LO QUE MERECES?
¿Tienes tanto miedo de fracasar que ni siquiera consideras optar a esa promoción de ensueño o a un nuevo trabajo? ¿O quizás te quedas callada en las reuniones de trabajo porque temes dar tu opinión incluso cuando sabes que tienes un punto de vista válido, porque sientes que no eres capaz de encontrar tu propia voz y ser asertiva? ¿Te has decidido a pedir un aumento de sueldo y te ha entrado el pánico en el último momento? Si has respondido “sí” a estas preguntas, sigue leyendo para saber si te identificas con los principales síntomas que caracterizan a las personas que ganan menos de lo que se merecen, según UA.

  • Mala gestión del tiempo. Postpones las tareas que debes hacer y no usas tu tiempo para fortalecer tu misión profesional ni impulsar tus objetivos.

  • Necesidad compulsiva de demostrar tu valía. Aunque has demostrado ser competente en tu trabajo o negocio, no puedes evitar la necesidad de probar continuamente tu valía y tu capacidad. Eso te conduce a trabajar demasiado, para que los demás y tú misma vean que eres suficientemente buena.

  • Regalar tu tiempo. Continuamente te ofreces voluntaria para las más diversas causas, o bien ofreces tus servicios gratis aun cuando eso no genera un beneficio para ti.

  • Te devalúas y bajas tu precio. Quitas importancia a tus habilidades y a los servicios que ofreces, y te da miedo pedir una compensación más alta, o incluso reclamar un precio justo acorde con las tarifas del mercado.

  • Esfuerzo / Agotamiento. Trabajas demasiado y acabas exhausta, y entonces dejas de lado tus tareas o dejas de hacerlas.

  • Sientes culpa o vergüenza fuera de lugar. Te sientes incómoda cuando pides o recibes lo que necesitas o lo que te corresponde.

 CÓMO CONSEGUIR QUE TE PAGUEN LO QUE MERECES
Si tu carrera está siendo saboteada por esta condición, es hora de que tomes conciencia de cómo el ganar menos de lo que mereces te hace daño. Tal vez quieras asistir a las reuniones de UA para compartir tu experiencia y recibir apoyo de otras personas que pueden entender por lo que estás pasando. Si no puedes encontrar un grupo cerca o te sientes más cómoda afrontando el problema por ti misma, aquí tienes algunos tips que te ayudarán a desarrollar la autoconfianza.

  • Haz listas. Escribe una lista de tus objetivos y los pasos que necesitas dar para conseguirlos. En otra lista, apunta los pensamientos negativos y los miedos que te están frenando. El hecho de ponerlos por escrito te ayudará a sentirte más relajada y empezar a dar pasos en dirección a una vida más feliz y próspera. En el sitio web de UA encontrarás plantillas para descargar. No olvides apuntar también tus progresos y premiarte a ti misma regularmente por tus logros.

  • Cuida de ti misma. Tu bienestar es lo primero. Deja de trabajar compulsivamente y en lugar de eso comienza a mimarte. Elige aceptarte y amarte a ti misma, nutrir tu cuerpo y tu mente y atender a tus necesidades.

  • Monitoriza tu tiempo. Date cuenta de cómo empleas tus horas. Lleva un recuento escrito de tus actividades para saber qué haces en cada momento. También te servirá para enfocarte con más intensidad en tus metas profesionales y las acciones que se requieren para conseguirlas.

  • Actúa con conciencia. Descarta todo lo que ya no te sirve para hacer sitio a la creencia de que la vida puede ser plena y tú eres capaz de darte a ti misma lo que necesitas.

  • Mantente activa. Libérate del pensamiento negativo y comienza a enfocarte en estar atenta a las oportunidades y los trabajos que te pueden aportar un beneficio. Elige tareas que te empoderan y felicítate a ti misma cuando las lleves a cabo.

  • Busca un aliado en el trabajo. Te ayudará a acostumbrarte a hablar libremente y expresar tus puntos de vista cuando estés en la oficina. Sin embargo, sé consciente de que no puedes descargar tu estrés e inseguridades en esa persona.